La salud y sus cuidados es algo permanente a lo largo de la vida y lo es más aún durante un viaje, ya que, ante un problema con la salud, todo puede arruinarse rápidamente.
Si tomas todos los cuidados necesarios con tu salud, siempre podrás viajar, teniendo en cuenta lo siguiente:
- El destino
- Cantidad de días
- Compañeros de viaje
- La experiencia de todos los viajeros
El destino, Punto fundamental al pensar en el cuidado de la salud. No es lo mismo un viaje a Europa que un viaje a África, ya que las condiciones medioambientales, la infraestructura y demás detalles son condiciones distintas.
Viajando a Europa puedes llevar un botiquín pequeño con ítems básicos como antialérgicos, analgésicos y medicamentos que tomas regularmente ante cualquier molestia simple. Necesitando una asistencia al viajero, tendrás cobertura ante cualquier imprevisto con un simple llamado desde tu celular.
Dependiendo la región que visites en África, las condiciones son distintas y tendrás que tener más cuidado en cuanto a la profilaxis (vacunas, vitaminas, repelentes, etc.), llevando un botiquín más completo que incluya antibiótico, potabilizadores, desinfectantes, etc.
En determinadas regiones africanas, las comunicaciones podrán ser difíciles y las asistencias al viajero podrían tener restricciones. La prevención será fundamental: lávate las manos, toma sólo agua embotellada o potabilizada, lávate los dientes con agua potable y redobla el cuidado si viajas con un bebé.
Por otra parte, y a pesar de la higiene y el medio ambiente, en algunos casos tu propio sistema inmunológico influirá en cuanto a las bacterias comunes en ciertas regiones. Se entiende por eso que un lugareño pueda no enfermarse con cosas que sí pueden enfermar a tu organismo.
Cantidad de días. Las precauciones deben ser mayores cuando el viaje es más corto. ¿Por qué? Durante un viaje de aventura de dos meses, por ejemplo, una diarrea de dos días no afectará el transcurso del mismo. En cambio en un viaje corto y con actividades programadas, esa misma diarrea podrá afectar mucho al viaje.
Compañeros de viaje. La edad, el sexo, el estado físico y psíquico son por demás importantes. Un viaje de aventuras no es lo mismo que un viaje tranquilo de placer. Cuando es de aventuras, el tiempo transcurre diferente, con otros tiempos que requieren buen estado físico y facilidad de adaptación. Además, no es lo mismo relajarse tomando un café para reponer energías en una zona urbana que tener que buscar agua potable en una región donde no es confiable beber agua del grifo.
La experiencia de todos los viajeros. La organización es fundamental y el mantener la calma ante cualquier imprevisto también. Viajar con un botiquín es importante, como también lo es el conocer el nombre de las drogas en lugar del nombre comercial, para saber pedirlas en caso de pérdida. Y viajar con prescripciones médicas, en caso de un imprevisto, será primordial.
Finalmente, tener en claro que, ante todo, el servicio médico profesional será decisivo, y nunca la auto medicación.
(Un aporte de Eduardo Giusiano / FAMILIA VIAJERA)